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  7. RFID, de James Bond al ma...

En Casino Royale vimos como a Daniel Craig le implantaban un dispositivo bajo la piel para seguirle en su persecución del villano de turno. No era ficción cinematográfica. El otro día asistí a una clase sobre comercio electrónico en la que se ahondó en la tecnología wireless utilizada con fines comerciales. Junto al uso del Bluethooth y las redes Wi-Fi -Wireless Fidelity-, descubrí las múltiples posibilidades comerciales y de otra índole que ofrecen las tarjetas RFID, también llamados tags o transpondedores.

Los RFID son códigos de barras inteligentes que por medio de la radio frecuencia pueden comunicarse con otros dispositivos en la misma red, dentro de un radio de 30 metros de distancia. De tal modo, se transmite la identidad del objeto sin necesidad de estar en contacto físico o visual directo.

La tecnología RFID está presente desde hace tiempo en nuestras vidas. Se utiliza en bibliotecas para el seguimiento de libros, en operaciones de logística… Pero lo que nos ocupa aquí…¿Cuál es su utilidad a la hora de crear experiencias con los clientes?

RFID y su papel en la creación de customer experience

Podemos encontrar cada vez más ejemplos de la integración de la tecnología RFID en campañas de marketing o entornos comerciales. Con casos como los que podéis leer a continuación descubrimos su potencial para incentivar la interacción de los consumidores -o clientes- con la marca, facilitando en ocasiones la captura de información, aumentando los niveles de servicio o mejorando incluso la productividad.

  • Coca-Cola Village: En los dos últimos veranos multitudes de adolescentes israelíes asistieron a una serie de festivales patrocindos por Coca-Cola Company. Allí pudieron utilizar la tecnología RFID para compartir sus experiencias a través de la página del evento en Facebook.»Coca-Cola Village» se convirtió así en una de las páginas de dicha red social más populares del país con cerca de 80.000 usuarios. Podéis verlo en el siguiente vídeo:

  • RFID en el calzado: Un equipo de Hyper Island, en Estocolmo, realizó un student project denominado KarmaTech, un calzado deportivo dotado de RFID. El cliente registra un código asociado a sus zapatillas en la Web y establece así su conexión a diversas redes sociales. Cada vez que el usuario interactúa con alguno de los lectores dispersos en diferentes puntos urbanos, puede desde compartir fotos, enviar solicitudes de amistad en Facebook o incluso, una vez se hagan acuerdos con otras compañías, obtener descuentos en productos o acceder a ciertos servicios en eventos. Os dejo el  VÍDEO. 
  • RFID y la tienda del futuro: El Grupo Metro, quinto mayor grupo minorista del mundo, abrió en 2003 las puertas de «The Future Store» en Rheinberg, Alemania. Dicho establecimiento funciona con la tecnología RFID, cuyo alcance no deja indiferente y puede comprobarse en los siguientes vídeos: